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Taller de Conciencia, el nuevo proyecto de Joan Antoni Melé

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Joan Antoni Melé es sinónimo de banca ética. Después de más de 30 años trabajando en una caja de ahorros, se unió al proyecto de Triodos Bank en 2006, donde ha sido subdirector general hasta finales de 2014. En la actualidad, Joan Antoni Melé continúa manteniendo una estrecha colaboración con el banco en temas de formación interna y representación en charlas y otros foros.

Recientemente, el incombustible Joan Antoni Melé ha constituido la empresa Taller de Conciencia con el objetivo de acompañar a las personas que quieran iniciar un camino de autoconocimiento y transformación personal, para luego llevarlo a sus actividades profesionales.

Estos talleres se vienen realizando desde el año 1989, pero con la fundación de esta empresa Melé pretende orientar estos talleres de manera más específica a empresarios, directivos, responsables de la administración pública o profesionales de cualquier sector, que quieran descubrir cómo el trabajo y la empresa son una gran oportunidad para conocerse mejor, dar sentido a la propia vida y a la vez ayudar a construir un mundo mejor.

La web www.tallerdeconciencia.com ya está en funcionamiento, aunque todavía no está completa, y en ella aparecen ya algunos de los programas de los próximos talleres.

Le deseamos mucha suerte a Joan Antoni Melé en esta nueva y apasionante andadura.

El valor del tiempo

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En la cultura moderna occidental – adicta al materialismo, al exceso de trabajo y a la velocidad – el grito de guerra es “¡El tiempo es oro!”.

Esta creencia popular es básicamente una fantasía, ya que el tiempo tiene mucho más valor que el oro. El tiempo es vida, y también felicidad, y ello hace que sea nuestro bien más valioso y debamos emplearlo con sabiduría.

Demasiadas personas malgastan sus vidas como si tuvieran otra vida de la que disponer en el futuro, cuando se nos acabe ésta. El hecho es que el reloj está siempre funcionando y que el tiempo no se detiene para nadie. Al tiempo no le importa si lo desperdiciamos o lo empleamos sabiamente; se limita a transcurrir. A cada uno de nosotros nos toca asegurarnos de que no desperdiciemos nuestra vida.

Son demasiadas las cosas triviales en las que nos involucramos y que no aportan absolutamente nada a nuestras vidas. Como decía el poeta y filósofo Henry Thoreau: “Estar ocupado no es suficiente….la cuestión es en qué estamos ocupados”.

Si nos acostumbramos a invertir nuestro tiempo en entretenimientos estúpidos, tenemos que darnos cuenta que mientras matamos el tiempo, es el tiempo el que lo hace con nosotros. Para que podamos llevar una vida más plena, es importante que identifiquemos las áreas frívolas, para que invirtamos menos tiempo en ellas y lo dediquemos a actividades más desafiantes e interesantes.

Tendríamos que conseguir que el tiempo trabajase para nosotros y no en nuestra contra. Ha de haber un equilibrio armónico. No debemos seguir corriendo constantemente intentando hacerlo todo, ya que si nos falta constantemente el tiempo, la responsabilidad es únicamente nuestra, porque todo en la vida es una cuestión de elección.
Vivamos nuestras vidas de acuerdo con el lema “el tiempo es felicidad” para poder llevar una vida equilibrada y satisfactoria.

Elijamos bien la manera en la que empleamos nuestro tiempo y asegurémonos de que es tiempo de calidad. Invirtamos la mayor parte del tiempo de cada día en las cosas que sean las más importantes de nuestra vida. Y cuando nos veamos perdiendo el tiempo, recordemos la deliciosa frase del botánico estadounidense del siglo XIX, Horace Mann: “Dos horas de oro perdidas ayer, en algún lugar entre el amanecer y el ocaso, y cada una de ellas con sesenta minutos de diamante…..no se ofrece recompensa alguna porque se han ido para siempre”.

 

por Ignacio Pi  •  Responsable Global de MediapostGroup

Emprendimiento y marca personal: ¿Vocación o necesidad?

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El mundo empresarial actual está evolucionando en todos los sentidos: tecnológico (TIC), internacionalización (globalización), financiación (crowdfunding)…y también lo está haciendo en lo relativo a la contratación de recursos humanos.

Parece que estamos empezando a salir de una larga crisis que ha arruinado los sueños laborales y profesionales de millones de personas en todo el mundo y, de manera muy significativa, en España. Pero de las crisis dicen que surgen las oportunidades, siempre y cuando se haya vivido el proceso de reflexión y aprendizaje que nos permita extraer las oportunas conclusiones sobre lo que originó la crisis y los esquemas de comportamiento que nunca deberíamos volver a repetir.

Las empresas también han tomado buena nota de esta crisis y, en su estrategia actual, cada vez se contempla más una flexibilidad que  les permita afrontar situaciones de bonanza y de temporalidad. Para ello requieren aligerar al máximo su estructura fija convirtiéndola en una estructura adaptable a las circunstancias. Esto quiere decir que la contratación de profesionales la van a supeditar a los proyectos que puedan tener y, por consiguiente, a lo que éstos duren.

En este nuevo escenario, en el que los contratos laborales fijos, y casi de por vida, son cada vez más un bello recuerdo, los profesionales tenemos que ser conscientes de que tenemos que convertirnos en “proveedores” de servicios compitiendo con el resto de profesionales. En esta situación es donde ya no cabe hablar de trabajador por cuenta ajena, sino de profesionales independientes, autónomos, empresarios o emprendedores.

Con esta perspectiva se entenderá que el fenómeno o espíritu emprendedor es algo que nos compete a todos, puesto que todos debemos ser empresarios de nosotros mismos y  cuidar de nuestra marca personal o “personal branding”. Ahora, todos estamos llamados a constituir, al menos, una empresa a lo largo de nuestra vida profesional: la empresa de nuestro propio conocimiento y valores profesionales. Y de nosotros depende que construyamos una marca ética y sostenible o que, como sucedió antes de la crisis, nos olvidemos de los valores y volvamos a las “andadas”. Es decir, estamos ante un reto de marketing, de buen marketing, sujeto al Código Ético del Marketing desarrollado por la Asociación de Marketing de España.

Así pues, todo lo que se publica continuamente sobre emprendimiento nos afecta a todos, porque todos constituiremos nuestra propia empresa. Incluso en el caso, cada vez más residual, de optar a un puesto fijo, estamos compitiendo con otros candidatos y eso nos obligará a utilizar estrategias que nos hagan destacar por encima de la competencia, como hacen todas las empresas en sus respectivos mercados. Este fenómeno, quizá, nunca lo hemos analizado desde esta perspectiva, pero ¿no sería la óptica desde la que debemos empezar a considerarlo?