“La bicicleta de Tolstoi”: nunca es tarde para aprender
León Tolstoi aprendió a montar en bicicleta a los 67 años. Marie Curie aprendió a nadar cuando ya había cumplido los 50 años. Eisenhower empezó a pintar con 58 años. Son ejemplos que prueban que nunca es demasiado tarde para emprender una nueva aventura vital. Y no son los únicos.