El dataísmo, la religión de los datos
¿Dejarías que un ordenador decidiera tu voto en las próximas elecciones? ¿Confiarías en una aplicación para que te recomendara tu pareja ideal? Los seguidores del dataísmo no lo dudarían. Según ellos, los datos que fluyen en la red saben más de nosotros que nosotros mismos, y los algoritmos deberían sustituirnos a la hora de tomar decisiones. El dataísmo no rinde culto a ningún dios: adora los datos. La libertad de información es su mandamiento supremo, los algoritmos, sus sagradas escrituras y la Inteligencia Artificial, su sumo sacerdote.