Capitalismo consciente, el capitalismo con cara amable
El capitalismo consciente supone un cambio de paradigma económico. Se trata de un movimiento internacional que propugna una forma más humana de hacer negocios. En el capitalismo consciente no todo está supeditado a los beneficios y las personas ocupan el centro de las actividades económicas. Alcanzar un mayor nivel de consciencia en los negocios es clave para implantar un modelo de capitalismo consciente que sustituya al actual.
El capitalismo consciente, una nueva versión del capitalismo
En la sociedad actual abundan los desahucios, la pobreza, el desempleo, los contratos basura, los abusos laborales, las viviendas inaccesibles… Pero también oímos hablar con mucha frecuencia de sueldos millonarios, corrupción impune, beneficios desorbitados… Parece que las bondades del capitalismo sólo sonríen a unos pocos. Y la brecha que se está abriendo entre ricos y pobres es cada día más profunda. La versión actual del capitalismo parece tener un rostro insensible y despiadado. Sin embargo, dentro del capitalismo están surgiendo voces que proponen una revisión de este sistema económico.
El capitalismo consciente es una idea creada por John Mackey, fundador y CEO de Whole Foods Market, y Raj Sisodia, experto en Responsabilidad Social Corporativa. Juntos plasmaron sus ideas en el libro “Capitalismo consciente: libera el espíritu heroico de los negocios” . En su obra defienden la necesidad de recuperar la esencia de los negocios para mejorar así la vida de las personas. Para lograrlo consideran necesario despertar la consciencia tanto de los altos directivos como de los consumidores. Esa nueva consciencia colectiva dará lugar a un nuevo capitalismo, más humano y más solidario.
Los 4 principios básicos del capitalismo consciente
El capitalismo consciente se organiza en torno a 4 principios básicos:
1.Propósito elevado
Las empresas deben fijar unos objetivos que vayan más allá de unas cifras de ventas. Si establecen una meta elevada, que tenga en cuenta el bienestar de las personas por encima de los beneficios, inspirarán a sus empleados a comportarse de la misma forma. Las empresas deben preguntarse cuál es la razón de su existencia. Además deben priorizar el bien común y el bienestar de la sociedad y del medio ambiente. Si logran que ese mensaje llegue a todos sus empleados, la empresa se convertirá en un importante agente de cambio.
2. Orientación integral
Las personas son la base de cualquier empresa. Sin personas no hay actividad empresarial. Tanto las relaciones internas con los empleados como las externas, con clientes, proveedores, colaboradores, medios y sociedad en general deben ser sanas y respetuosas. Cuando los empleados de una compañía se sienten respetados y valorados, se crea una corriente de optimismo, honestidad y transparencia que contagia a todos los estamentos sociales.
3. Liderazgo consciente
Los altos ejecutivos deben asumir una gran responsabilidad en este nuevo modelo. Si sirven a un propósito elevado, apoyan a sus equipos y consideran que el beneficio consiste en crear bienestar a su alrededor, generarán valor para todos los stakeholders o grupos de interés. Sus decisiones se traducirán en impacto positivo para las personas, la comunidad y el planeta.
Deben ser líderes con visión, pasión y talento. Su ejemplo debe resultar una fuente de inspiración para todas las persona que les rodean.
4. Cultura consciente
Las empresas deben sustentarse en torno a unos valores, principios y prácticas que guíen su actividad. El respeto, la confianza y la responsabilidad deben impregnar todas las acciones que desarrolle la empresa. Cimentar una cultura consciente significa que todas las personas que conforman la empresa se comprometen a velar por el bienestar social y la preservación del medio ambiente.
Capitalismo consciente, una nueva manera de entender el capitalismo
Para muchos analistas esta vuelta de tuerca del capitalismo es necesaria para dar un nuevo impulso a un sistema económico que parece agotado. La ausencia de alternativas, aunque China está demostrando que el comunismo puede reinventarse, ha allanado el terreno a la corriente más deshumanizada del capitalismo. Parece evidente que el capitalismo debe plantear nuevas soluciones y para ello debe situar a las personas en el centro de todas sus actividades.
Consolidar una cultura consciente en las empresas no sería un proceso corto. Requerirá años y un alto grado de responsabilidad y compromiso por parte de los líderes. Sin líderes responsables no podrán existir empresas responsables. Y los mercados, tan desalmados a veces, seguirán marcando el rumbo de las vidas de millones de personas.