Cómo actuar ante el bullying

¿Cómo saber si mi hijo está sufriendo bullying?

Como en muchos casos de abuso de diversa índole, detectar el acoso no es tarea fácil. Normalmente, quien lo sufre siente demasiado miedo o vergüenza para contarlo. Por eso es importante que los adultos que rodean al niño (especialmente padres y profesores) estén atentos a las señales que pueden indicar esta situación:

• Disminución del rendimiento escolar: Si tu hijo está sufriendo abuso en el colegio, es complicado que pueda centrarse en los estudios, debido a la ansiedad que esta situación le provoca. Si notas que sus calificaciones bajan, debes estar alerta.
• Actitud negativa hacia el colegio: Es difícil que te vaya a contar en detalle lo que le está ocurriendo por las razones que mencionábamos, pero tú sí puedes observar ciertos comportamientos. Si notas que no quiere ir al colegio o, incluso, inventa excusas a menudo para evitarlo puede ser que exista algún problema.
• Pérdida o aumento del apetito. La ansiedad que generan el acoso y la violencia provoca una intensa angustia emocional. Esta situación puede quitarle el apetito o aumentárselo, porque el niño puede intentar encontrar refugio en la comida.
• Cambios en las amistades. Si tu hijo no quiere frecuentar a su grupo habitual de amigos, también puede ser un signo de que existe un problema de acoso.
• Comportamiento autodestructivo. El estrés provocado por los abusos genera una gran frustración en el menor, que puede acabar dirigiendo contra sí mismo este sentimiento. En ocasiones, puede comenzar a manifestar tendencias autodestructivas, tales como provocarse heridas o escapar de su propia casa.

Estas son algunas de las señales que pueden indicarte que tu hijo está sufriendo esta situación. Si reconoces alguna de ellas o varias, es necesario que hables con un profesional para que te indique cómo actuar y, sobre todo, que muestres todo tu apoyo al niño.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo ante esta situación?

Si tienes sospechas de que algo ocurre y consigues que tu hijo te lo confirme, escúchalo con mucha calma. Lo último que necesita son reacciones exageradas o dramáticas que aumenten su nivel de ansiedad.

Proporciónale calma y todo tu apoyo; esto le reconfortará. Su silencio, en numerosas ocasiones, busca que sus padres no se entristezcan o desilusionen, por lo que la serenidad y el cariño actuarán como un potente bálsamo contra los sentimientos negativos.

Felicita a tu hijo por haber actuado correctamente ante esta circunstancia (aunque haya tardado en contarlo) y hazle entender que él no tiene la culpa de nada, el único culpable es el que hostiga. Es fundamental que entienda que no está solo y que vas a hacer todo lo posible para acabar con la situación de abuso que está sufriendo. También es conveniente recordarle que no es el único que ha pasado por esto y que se puede superar.

No dudes en hablar de inmediato con los responsables del centro educativo, incluyendo profesores, director/a, personal de enfermería, del comedor… Asegúrate de que todos estén informados, para que puedan ayudar a detectar las situaciones de peligro que se pueden producir entre el acosador y el acosado. Estos profesionales están capacitados para tomar medidas y evitar que las cosas se agraven.

En estos casos, no siempre hay un único criterio según el cual se debe actuar. Es importante determinar la edad de los niños involucrados, así como la gravedad de la situación y el tipo específico de abuso que está sufriendo el niño. Con estos datos en la mano, es cuando se puede determinar, entre los padres y el centro de enseñanza, la estrategia que se debe seguir para parar la situación de acoso.

¿Cómo logro que mi hijo recupere la confianza en sí mismo y en los demás?

Como hemos mencionado, cualquier abuso supone una serie de consecuencias psicológicas, entre las que se encuentra la pérdida de autoestima y autoconfianza.

Para recuperarla, ofrece a tu hijo pasar una jornada con amigos que tengan una influencia positiva sobre él, con quien comparta hobbies y tenga una relación de iguales. Una excelente forma de impulsar su autoestima es hacerlo participar en clubes deportivos o cualquier otra actividad que le haga disfrutar, sentirse fuerte y que propicie nuevas amistades.

En definitiva, sabemos que descubrir que tu hijo sufre bullying puede ser un trago muy amargo, pero es necesario centrarse en las soluciones lo antes posible. Haz saber a tu hijo que crees en él y que esta situación es algo pasajero que va a superar con tu ayuda.