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Nuestro inconsciente dirige nuestra vida

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¿Qué te evoca esta palabra, lector? Fascinación, respeto, temor, admiración, algo grande, inconmensurable…A mí tampoco me resulta fácil explicar algo que no tiene una forma reconocible, ni un lugar exacto de ubicación. Sólo puedo afirmar que conozco su fuerza y los efectos de esa fuerza. Creo conocer su manera de empujarme hacia adelante y crear situaciones y circunstancias que necesito para la evolución de la consciencia.

Es verdad que a veces me empuja hacia sentimientos o impulsos claramente destructivos, inconvenientes, rechazados por mi mente y mi ética. Pero investigando en el pasado y reconociendo las imágenes y recuerdos que se quedaron grabadas en mi mente, pude ver que respondían a experiencias que habían sido dolorosas o que habían tenido consecuencias negativas. Aquella vez en que me había atrevido a manifestarme y acabé ninguneada, incomprendida, castigada o rechazada, hizo con que algo de dentro me obligara a callarme cuando yo quería hablar. Una mala experiencia amorosa que me había dolido en el fondo del alma, ahora me hacia evitar a alguien que me atraía, con quien deseaba estar.

Una iniciativa del pasado que había resultado en fracaso, hacia que ahora mis pasos quedaran frenados cuando quería iniciar algo nuevo e ilusionante. Una injusticia tragada en el pasado hacia con que ahora brotara de mi ser un resentimiento, una rabia o una necesidad de venganza irrefrenable. Y todas las veces en que había tragado sapos y culebras, hacia con que ahora perdiera el control en el momento menos adecuado, incapaz de actuar con firmeza y cordura. Iras no deseadas que era incapaz de frenar, alimentadas por impulsos oscuros. Pulsiones que brotaban de la profundidad, a veces con consecuencias nefastas para mi vida y mi relación con las personas a las que quiero y amo. Al final, remordimiento, reproches, dolor, separación…

Analizando más profundamente estos comportamientos, llegué a la conclusión de que en su esencia, ¡eran impulsos que tenían la intención de protegerme de dolores experimentados en el pasado! Actitudes que cortaban mi energía vital y mis añoranzas, pero que me protegían de correr el peligro de volver a vivir un dolor agudo insoportable, experimentado en una vivencia anterior. ¡La intención verdadera de esta fuerza que brotaba de mis entrañas más profundas y me coartaba, era protegerme! Protegerme de un sufrimiento o un dolor que habían roto mi corazón en el pasado… Un aprendizaje hecho de experiencias antiguas, que no quería repetir aquel sufrimiento. ¡Era una fuerza amiga!

Al darme cuenta de esto, empecé a recordar todas las veces en que el impulso había sido constructivo, coherente y sano. Eran muchas veces. Muchas veces me había salvado de situaciones hasta peligrosas, por una intuición que venía no sé de donde, por un pensamiento no racional que había evitado una situación dolorosa y verdaderamente problemática. Decididamente, esta fuerza de origen desconocido, poderosa e indomable, no paraba de mostrarse y ¡estaba a mi favor!

Intuía que era la fuerza misma de la vida, que se manifestaba así. También me di cuenta que cuando me frenaba (para protegerme), era porque tenía datos obsoletos, que ahora ya no tenían validez, pero que fueron muy importantes en su día. Como brotaba tan de dentro y con tanta fuerza, nunca había parado a analizar su origen y su función. Parecían venir de un lugar desconocido, pero ante un análisis más profundo, me di cuenta de que estaban íntimamente ligados a mis experiencias de vida.

Lo entendí como la fuerza de la vida actuando a través de mí, poseyéndome. Era una fuerza beneficiosa, que me protegía y guiaba a su manera. Me di cuenta también de que podía actualizar estos datos con lo que sabía ahora, de tal manera que los impulsos que brotaran de dentro pasaran a ser siempre beneficiosos. Y si no lo eran, es porque algo todavía necesitaba ser ordenado. Era la tarea que me tocaba, personal e intransferible. La puesta a punto iba permitir que lo nuevo (por lo visto peligroso emocionalmente, con la información que tenía mi mente hasta ahora) pudiera ser vivido sin resistencia. En otras palabras, con un trabajo de limpieza emocional sistemática y consciente, esta enorme fuerza interna iba a ayudarme a vivir sin miedo aquello que anhelaba y necesitaba.

Esta idea me hizo ver la vida de otra manera. La fuerza vital había pasado de enemiga o al menos, de una amiga que te puede traicionar, a una amiga de verdad. Pasé a sentirme acompañada y protegida por la vida. Algo importante cambió; podía disfrutar de lo bello y placentero, y podía usar lo desagradable o doloroso como un aprendizaje útil y necesario.

Freud hablaba del inconsciente personal, Jung del inconsciente colectivo. Me viene la metáfora de internet, ubicada como el inconsciente colectivo en un lugar intangible pero accesible desde tu ordenador, tu inconsciente personal, que al tiempo tiene también su propia programación. Y todo ello diseñado para tu evolución como ser humano, como mente y como alma.

 

Por Marly Kuenerz  • Psicóloga Clínica • Colaboradora de Hermesan  | www.hermesan.es

Miriam Subirana tus decisiones crean tu realidad

Tus decisiones crean tu realidad

Miriam Subirana tus decisiones crean tu realidad

A lo largo del día tomas muchas decisiones. Algunas te incumben a ti, son pequeñas y no tienen aparentemente mucha trascendencia. Por ejemplo qué camisa o qué zapatos te vas a poner. Otras decisiones influyen o repercuten en otras personas. Otras cambian el rumbo de tu viaje por la vida. Con cada decisión que tomas y aplicas vas creando tu realidad presente y construyendo tu futuro.

Por ejemplo, tuviste un accidente porque decidiste cruzar la calle esa noche, en ese momento y en ese lugar. Resbalaste y te torciste el pie porque mientras andabas tu mente estaba en otro sitio y tu visión distraída. Además, ese día habías decidido ir con sandalias y no con los zapatos que protegen tus pies.

Puede ser difícil de aceptar, pero lo cierto es que con nuestras decisiones creamos nuestra realidad y nuestro destino. Somos responsables de la realidad qué vivimos y de cómo la vivimos.

Algunas decisiones implican un cambio importante de realidad, cómo cuando la oruga inicia la creación del capullo y se mete en él, su realidad cambia hasta el punto de cambiar de forma: vive la metamorfosis. Si la oruga simplemente decide cambiar de hoja sobre la que posarse a comer, aplica un pequeño cambio de lugar sin realmente transformarse. Sigue realizando la misma actividad.

Hay terapias que te llevan a cambiar tus muebles interiores de sitio, quizá te sientes más cómodo con esos cambios, pero sigues con los mismos muebles. Es mantenerse como la oruga que simplemente cambió de hoja sobre la que posarse. Aún no te metiste en el capullo, donde se dará la metamorfosis que te permitirá transformar por completo el mobiliario interior, eliminando la carcoma y los muebles inservibles.

Cuando las decisiones que tomas pueden repercutir en otras personas, tu responsabilidad incrementa. Necesitas fortalecer tu habilidad de discernir para responder adecuadamente, es decir la response-habilidad. Esta habilidad brota de un corazón calmado, una mente serena y un intelecto claro. Se fortalece con valentía, confianza y determinación. Practicar la meditación da sosiego al corazón y serenidad a tu mente. Cuando meditas incrementan tu claridad y tu confianza. Tu discernimiento se amplia, se agudiza, ves más y mejor.

 

Podéis leer el artículo completo en el segundo número de nuestra revista digital gratuita, haciendo clic aquí.

Por Miriam Subirana (conferenciante internacional, coach, escritora y artista), será nuestra próxima conferenciante el jueves 3 de Julio a las 19:30h en Caixa Forum Madrid.

Miriam Subirana con Mediapostgroup

Miriam Subirana será la próxima conferenciante de Ideas Imprescindibles

Miriam Subirana con Mediapostgroup

Miriam Subirana con el equipo de MediapostGroup en Barcelona.

¿Quién manda en tu vida?“, así se titula nuestra próxima Conferencia que tendrá lugar el jueves 3 de Julio, a las 19:30h, en el Caixa Forum de Madrid. Tendremos el placer de contar con Miriam Subirana, conferenciante internacional, coach, escritora y artista, que nos hablará de cómo el tiempo, las personas o los hábitos pueden gobernar nuestras vidas impidiéndonos lograr relaciones inspiradoras y de confianza.

Miriam combina las habilidades de la Indagación Apreciativa y el Coaching y del liderazgo con el uso del arte y las técnicas de la meditación creativa, diseñadas para despertar y ejecutar el potencial creativo de aquellos que participan en sus seminarios. Además, es autora de libros y colaboradora en El País Semanal, las Revistas Mente Sana, Psicología Positiva, DONNA, con artículos sobre temas de crecimiento personal.

Os recordamos que la entrada es gratuita. Rogamos confirmar asistencia escribiendo un email a info@mediapostgroup.es

Nos os lo perdáis. ¡Os esperamos!
 
 

 
Conferencia Miriam Subirana

Mindfulness para romper la inercia

Mindfulness para romper la inercia

Mindfulness para romper la inercia En física, la inercia es la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo o movimiento, o la resistencia a modificar ese estado. Como consecuencia, un cuerpo conserva su estado si no hay una fuerza actuando sobre él.

Así caminamos por la vida, por inercia. Andamos por la calle con el piloto automático. Nos despertamos, nos duchamos, cogemos el metro, llegamos a la oficina, trabajamos durante 8 horas o más y tomamos al metro para llegar a casa. Al día siguiente, vuelta a empezar. En casi todo ese tiempo apenas hemos sido plenamente conscientes de cada una de nuestras acciones, del presente. Repetimos los mismos hábitos, anclados en una rutina. A veces la ciudad recuerda a multitudes de ‘zombis’ que vagan por las calles desplazándose por inercia, absortos y concentrados en miles de pensamientos sobre el pasado y el futuro. Acostumbramos a darle vueltas y vueltas a cavilaciones negativas sobre aquellas cosas que nos han pasado o que vendrán.

“Cuando cavilamos mucho sobre lo que no funciona, nos agotamos mental y emocionalmente, acumulamos malestar y no podemos decidir con claridad”, afirma Miriam Subirana en su artículo “Gestionar el sufrimiento“. Efectivamente, ¿quién no se ha sentido agotado mentalmente y con dolor de cabeza tras recaer mil veces en el mismo asunto? Estos conflictos nos atrapan y nos impiden disfrutar del momento presente en el que nos encontramos. En ocasiones, aunque estemos en la playa más paradisiaca, frente al mar y descansando en vacaciones, no somos capaces de desconectar. Esas preocupaciones que merodean por nuestro interior nos ponen una venda en los ojos que nos impide sentir la brisa marina y calentarnos al sol, sensaciones únicas que se desvanecen por culpa del sufrimiento.

Alcanzar la mente plena o el Mindfulness es la solución para aprovechar nuestro tiempo al máximo. Es totalmente necesario sincronizar mente y cuerpo y abrazar el momento presente. Cuanto más percibamos ese sentimiento más vivos nos sentiremos y nuestra vida será de mayor calidad. Además, romperemos esos bloqueos que nos impiden pensar con claridad y tomar las decisiones acertadas y rápidas. La creatividad fluirá mil veces mejor si nos deshacemos de esas ataduras que construyen muros en nuestra cabeza. Desactivemos el piloto automático, rompamos la inercia, apliquemos una nueva fuerza y tomemos el timón.

 

Por Olmo Rodríguez

@olmorm

Mindfulness

Mindfulness

MindfulnessEl antídoto para una vida de ruidos y prisas. Qué duda cabe que la sociedad tecnológica y de la información en la que vivimos nos ha traído grandes beneficios y ha mejorado nuestra calidad de vida en un sinfín de aspectos. Pero paradójicamente, también es cierto que se ha ido acrecentando el malestar emocional, la insatisfacción y muchos trastornos psicológicos. La ansiedad y el estrés, junto a la depresión, son las enfermedades “estrella” de nuestro tiempo. Tanto es así que la OMS estima que serán la segunda causa mundial de discapacidad para el año 2020.

Aunque por supuesto no es la única causa, mucho de este malestar tiene que ver con nuestro estilo de vida actual, caracterizado en buena medida por las prisas, la competitividad, el “resultado”, el consumo exasperado y la sobreexposición indiscriminada a la información. Nuestra cotidianidad está marcada por el correr, el hacer, las prisas y el ruido constantes… la sociedad nos exige un ritmo trepidante, en el que tenemos que dar respuesta a todo y ser eficientes…

Si a las ya de por si duras “exigencias del guión” le sumamos nuestra tendencia habitual de “estar en la cabeza” y “querer controlar” todo lo que nos ocurre (en el trabajo, la familia, con los amigos, etc.), tenemos el mejor caldo de cultivo para que surjan la frustración y la insatisfacción permanentes. Un malestar que, a su vez, intentamos calmar y controlar con más de lo mismo, con la misma receta ya sabida: más hacer y más control… Como si de un disco rayado se tratara, acabamos convirtiéndonos en el “hámster dentro de la rueda”, nos hacemos preso de nuestra propia cárcel de cristal. Entramos así en el automatismo, que impide que nos demos cuenta de todo lo que está en nuestras manos para poder evitar llegar a esa situación.

Una vez que vemos este círculo vicioso y queremos cambiarlo… ¿Qué podemos hacer en nuestro día a día para revertir esta tendencia?

Sin lugar a dudas, es fundamental cambiar nuestros hábitos y estilo de vida pero sobre todo, lo más básico es poder tomar conciencia de aquello que hago, cómo lo estoy haciendo y qué consecuencias está teniendo en mi vida. De esta forma podremos identificar aquello que nos dificulta y nos hace sufrir.

Poder pararnos unos instantes, dejarnos sentir y poner conciencia puede llegar a ser algo muy difícil si, como venimos diciendo, el ritmo de la vida y nuestra propia actividad mental nos llevan en la dirección opuesta: al incesante martilleo de nuestra actividad mental. Ahora bien, que sea difícil no significa que sea imposible y Mindfulness justamente nos ayuda a conseguirlo. ¿Qué es Mindfulness? ¿En qué consiste?

 

Podéis leer el artículo completo en nuestra revista digital gratuita, haciendo clic aquí.

Por Diego Albarracín (Responsable de Programación y Contenidos Formativos Centro Abierto)