La Gran Renuncia: lo primero eres tú

Tras el fin de la pandemia, millones de estadounidenses decidieron no regresar a sus puestos de trabajo. El impacto emocional de la pandemia empujó a muchos de ellos a replantearse su modelo de vida y a tomar una decisión radical. Ese fenómeno se conoce como la Gran Renuncia y significó un antes y un después para millones de personas. Si el Covid-19 nos ha enseñado alguna lección en materia laboral es que dar prioridad al trabajo por encima de todo puede traer graves consecuencias para nuestra salud mental.

La gran renuncia

¿Qué es la Gran Renuncia?

La Gran Renuncia, también conocida como la Gran Dimisión (Big Quit o Great Resignation, en inglés), es un fenómeno social que surgió en Estados Unidos durante la primavera de 2021, como consecuencia de los efectos derivados de las medidas restrictivas decretadas durante la pandemia de Covid-19. El término fue acuñado por Anthony Klotz, psicólogo y profesor de Administración en la Escuela de la Universidad de Texas.

La vuelta a la oficina significó un duro golpe emocional para muchos estadounidenses, hasta el punto de que un alto porcentaje decidieron abandonar sus puestos de trabajo.

En Estados Unidos, entre los meses de marzo y julio de 2021, cerca de 12 millones de personas renunciaron a sus empleos. Con una perspectiva más amplia, a lo largo de los años 2020 y 2022, casi 50 millones de personas abandonaron su empleo. Unas cifras espectaculares que nunca se habían registrado y que desconcertaron a una gran parte de la sociedad. Además el fenómeno había traspasado fronteras y se reprodujo en muchos países de Europa, incluida España.

La gran renuncia

¿Cuáles fueron los factores que llevaron a la Gran Renuncia?

La pandemia alertó radicalmente nuestras costumbres y removió nuestras conciencias. Muchas personas se replantearon su manera de vivir, sus trabajos, su estilo de vida. Después de una experiencia tan traumática que sesgó la vida de unos 15 millones de personas en todo el mundo sólo entre 2020 y 2021, muchas personas creyeron que había llegado el momento de evolucionar.

Entre los factores más importantes que llevaron a millones de personas a renunciar a sus trabajos, los más destacados fueron el daño a la salud mental provocado por la pandemia, la normalización del teletrabajo, la pérdida de seres queridos, la revisión de las prioridades vitales o el auge de las redes solidarias de apoyo. Asimismo la irrupción de nuevos movimientos como el smart working pusieron el foco en otras formas de trabajar más humanas. El smart working es un modelo de trabajo que, debido al uso de nuevas tecnologías, ofrece a los empleados una mayor flexibilidad en sus horarios y les permite además trabajar desde sus hogares.

La gran renuncia

La Gran Renuncia en España

En España se registraron en 2020 un total de 70.000 trabajadores que dejaron su empleo. Aunque el dato está muy lejos de las cifras de Estados Unidos, supone un récord de dimisiones. Según un Informe publicado por Hays, una multinacional británica especializada en Recursos Humanos y con presencia en 33 países, el hastío en el trabajo ha ido creciendo entre los trabajadores españoles como consecuencia de los efectos de la pandemia. El informe concluye que en 2022 un 61% de los trabajadores de nuestro país aseguran sentirse desmotívados, especialmente por cuestiones salariales. Una de las razones por las cuales en España las cifras de dimisiones no son tan elevadas como en Estados Unidos, puede encontrarse en los derechos laborales que amparan a los trabajadores en nuestro país. En Estados Unidos no existe, por ejemplo, el derecho a una indemnización, salvo en casos de discriminación, por lo que en el gigante norteamericano no existen tantas ataduras para abandonar un puesto de trabajo.

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¿Un privilegio de clase?

Sin embargo para la inmensa mayoría de las personas renunciar a su trabajo suena a sueño imposible. No todo el mundo se puede permitir abandonar sus responsabilidades profesionales con el propósito de mejorar su salud mental. Hay que pagar las facturas y mantener a la familia. Sin la seguridad que proporciona un colchón económico no es fácil afrontar la falta de ingresos durante un período indefinido. Por esa razón muchas personas consideran la Gran Renuncia, sobre todo en Europa, un fenómeno que sólo pueden permitirse las clases acomodadas.

En resumen, la pandemia abrió un período de reflexión y creó un contexto que invitaba a replantearnos nuestro modelo de vida. El teletrabajo cambió nuestra manera de desempeñar nuestras tareas profesionales y cuando tuvimos que volver a nuestros puestos de trabajo, la idea no sentó demasiado bien a muchas personas.

A pesar de las enormes diferencias entre España y Estados Unidos, sí se percibe en nuestro país un cambio de tendencia en el comportamiento de los trabajadores. El parón que supuso la pandemia modificó para siempre nuestros hábitos de consumo y nuestra forma de trabajar. Pero por encima de todo, la pandemia nos puso en bandeja un tiempo libre que antes no teníamos para pensar y replantearnos nuestra manera de vivir.