Las guerras sin límites son guerras sin fin
Los ataques al personal e instalaciones de Salud se están convirtiendo en algo habitual en diferentes países en conflicto. Siria o Yemen son únicamente las puntas más visibles de este dramático iceberg.
Pero hay reglas para los tiempos de guerra y no podemos acostumbrarnos a que se bombardeen hospitales y se ataque a su personal de Salud. No son daños colaterales. Muy a menudo se trata de una violación al derecho internacional. Las guerras sin límites son guerras sin fin.
Estos actos de violencia exacerban el impacto de la guerra en las personas, generan más muertes y discapacidades, dan lugar a índices de enfermedades más altos, así como a mayor sufrimiento físico y mental. Las consecuencias de estos actos se sentirán por décadas. Es momento de reafirmar que las guerras tienen límites.
Por estos motivos damos la enhorabuena a la Resolución 2286 aprobada el pasado 3 de mayo por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la Protección de las Misiones Médicas, que fue promovida, entre otros, por el Estado español, siguiendo una de las prioridades de nuestro Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en la que Cruz Roja Española está comprometida.
Esta resolución condena enérgicamente los actos de violencia, ataques y amenazas contra los heridos y enfermos, el personal sanitario y el personal humanitario dedicado exclusivamente a misiones médicas, sus medios de transporte y equipo, los hospitales y otros establecimientos sanitarios.
Además, exige que todas las partes en los conflictos armados cumplan plenamente las obligaciones dimanantes del derecho internacional, incluido el derecho internacional de los derechos humanos, a fin de asegurar el respeto y la protección de todo el personal sanitario y las instalaciones de salud. Esta resolución recoge en buena medida el marco ya trazado por la Resolución adoptada durante la XXXII Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de diciembre de 2015 y ambas servirán como valiosa ayuda para la difusión y respeto del DIH en España. Ambas resoluciones suponen una señal importante y contundente. Pero el trabajo real debe hacerse en el terreno y justo acaba de comenzar.
Y hay muchas soluciones prácticas que se tienen que aplicar ya. Por ejemplo, respetar el derecho internacional humanitario (DIH); alinear la legislación local al DIH; entrenar al personal militar; apoyar a las organizaciones sanitarias locales; mejorar la protección legal para los pacientes, personal sanitario, emblemas de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja; o transferir armas sólo bajo la garantía del respeto del DIH y del personal médico. Por estas razones, instamos a todos los Estados Miembros de la ONU a que respondan a nuestro llamamiento y reafirmen, con soluciones concretas, su inquebrantable determinación de acabar con la violencia contra la asistencia de salud. Hay y debe haber un lugar para la humanidad en tiempo de guerra. Las guerras sin límite son guerras sin fin.
Artículo escrito por Javier Senent, presidente de Cruz Roja Española
Publicado en el nº 12 de la revista Ideas Imprescindibles