Qué son las NFT y cómo funcionan
NFT fue elegida “palabra del año” en 2021, teniendo en cuenta la valoración del Diccionario Collins. Estas siglas causaron un gran revuelo el pasado año, copando gran cantidad de noticias y telediarios. No es para menos, se calcula, según NFT Market de Chainalysis, que movieron 41.023 millones de euros.
Bienes fungibles y no fungibles
Lo primero que tenemos que aclarar, antes de meternos de lleno en la temática, es que existen los bienes fungibles y no fungibles. Los que denominamos fungibles se pueden intercambiar, teniendo en cuenta como parámetro su número, medida o pesa. Por otro lado, los que son no fungibles son aquellos bienes que no pueden ser intercambiados.
El dinero es un claro ejemplo de bien fungible. Alguien que posea un billete de 5 euros lo podrá intercambiar por otro billete similar, sin que se produzca una variación en su valor. En el caso de que lo utilices para comprar, el billete será consumido con su uso.
Por otro lado, un cuadro de una galería se denomina como bien no fungible. No puede consumirse ni ser sustituido por otro cuadro idéntico, ya que la propiedad intelectual de la obra prevalece. Se trata de un cuadro único en el mundo, con valor determinado por su escasez y valores artísticos. Por tanto, no puede ser intercambiado como sí ocurría con el billete de 5 euros.
¿Qué es un NFT?
Cuando hablamos de NFT, a lo que nos referimos es su nombre completo: Non Fungible Token. En español es un token no fungible. ¿Pero qué es exactamente un token? Lo podríamos definir como una unidad de valor asociada a un modelo de negocio. Estas unidades de valor están muy asociadas al modelo de las criptomonedas, aunque su praxis es diametralmente opuesta. Por ejemplo, un Bitcoin es un bien fungible, mientras que estos tokens no son fungibles. Recordemos que un bien fungible es un bien reemplazable, que se agota con su uso y por consiguiente no puede hacerse un uso adecuado de este bien sin consumirlo. Un ejemplo claro, como hemos visto, es el dinero. Las criptomonedas son un bien fungible, los NFT, no.
Los NFT son tokens únicos e irremplazables, al igual que las obras de arte, por lo que es imposible sustituirlos por otros bienes de valor idéntico. Podemos crear copias de La Gioconda de Leonardo o de El Grito de Munch pero nunca serían idénticos al original. Eso sí, cabe destacar que estas copias no fungibles se almacenan de forma digital. Puedes comprar el token original, si este se encuentra disponible en el mercado.
¿Cómo funcionan los NFT?
Los NFT necesitan de la tecnología blockchain. También es conocida en español como tecnología de cadena de bloques. Esta tecnología opera a través de una red de ordenadores descentralizada, al igual que lo hacen las distintas divisas de criptomonedas. Los bloques que componen estos archivos están enlazados y se encuentran encriptados. Entre su información, podemos encontrar fechas y datos de transacciones, siendo muy complicado que sus datos sean corrompidos.
Cada uno de estos token cuenta con un tipo de certificado digital que demuestra su originalidad, es decir, un número de metadatos inmodificables. Este certificado demuestra quién es el propietario de una obra. Muestra, además, su valor de partida y el resto de transacciones que han sido efectuadas sobre ella.
De este modo, al comprar este tipo de bien no fungible, podrás probar en todo momento que es auténtico. En sus metadatos comprobarás cuál fue su primer valor de mercado y por cuánto dinero se adquirió. Todas las obras de arte deben registradarse cuando se realiza cualquier transferencia de propiedad.
Las NFT suelen estar amparadas por los estándares de la red Ethereum, una tecnología de gestión comunitaria que impulsa la criptomoneda Esther (ETH) y miles de aplicaciones descentralizadas. Ethereum alberga dinero digital y pagos globales.
¿Es interesante adquirir NFT?
Una pregunta que muchos se hacen es ¿por qué las personas compran tokens no fungibles? No son tan sencillos de adquirir y tampoco de vender, como sí ocurre con una criptomoneda como Bitcoin. No obstante, la respuesta puede estar en que se tratan de archivos digitales únicos en el mundo. Por su escasez y originalidad, su valor es muy posible que suba con el tiempo. Al cabo de unos años, su valor puede verse incrementado exponencialmente.
Pese a tratarse de imágenes a las que todo el mundo puede acceder, tan solo el poseedor dispondrá del archivo original. En el propio archivo puede apreciarse quién es el propietario. Esta circunstancia convierte a un NFT es un bien único y muy cotizado. Cada vez son más las compañías y particulares que apuestan por estos tokens y por la tecnología Blockchain. ¿Estamos asistiendo al inicio de una nueva revolución digital o quedará sólo en fuegos artificiales? El tiempo lo dirá.
