Síndrome FOMO: ¿Cuánto tiempo aguantas sin mirar el móvil?
¿Han pasado sólo unos minutos y necesitas mirar otra vez el whatsapp? ¿No puedes resistir más sin consultar twitter? ¿Alguna vez has comprado algo que no necesitabas por temor a que no volviese a estar de oferta? Quizás hayas experimentado el síndrome FOMO. Los expertos lo denominan también como el miedo a perderse algo. A continuación, te contamos qué es y cómo se desarrolla.
El síndrome FOMO: el miedo a perderse algo
Cada vez son más personas las que padecen problemas relacionados con este síndrome. Su acrónimo proviene de la expresión inglesa Fear Of Missing Out. De hecho, los psicólogos advierten que el síndrome FOMO puede desembocar en graves trastornos. En este sentido, altera nuestra conducta y repercute, por tanto, en nuestras percepciones emocionales y procesos mentales.
Por esta razón, es preciso conocer qué es este síndrome y cuáles son sus principales síntomas. Con esta información, es más sencillo reconocerlo y evitar que sus efectos afecten a nuestra salud mental.
Las redes sociales: apps de doble filo
Hoy en día, ya nadie duda del poder de las redes sociales. Gracias a ellas, es más fácil conectar con otras personas. Las redes sociales nos permiten comunicarnos y expresar nuestras opiniones y gustos personales. Incluso para muchas personas de todo el mundo se han convertido en su espacio de trabajo.
Por contra, las redes sociales nos exigen una gran cantidad de tiempo. Nos exigen permanecer conectados en todo momento y han provocado a muchas personas una incuestionable adicción. Esta obsesión por estas siempre conectados deriva en los casos más extremos en el llamado síndrome FOMO.
Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, tienen la necesidad de estar enganchados a sus smartphones. Dedican demasiadas horas del día a consultar TikTok, Instagram o Facebook para no perderse las últimas novedades dentro de su feed.
Sienten la necesidad de conocer qué están haciendo otros usuarios y quieren estar al tanto de los sucesos de la actualidad que más les interesa. También quieren saber cuántos likes y mensajes han recibido. Simplemente la idea de no poder revisar sus redes, les genera angustia, ya que sienten que se han quedado fuera de juego, desconectados de esa actualidad que les une con su grupo. Por ello, el Síndrome FOMO está fuertemente vinculado al concepto de nomofobia, el miedo irracional a estar sin el móvil.
Los síntomas del síndrome FOMO
Es probable que hayas experimentado algún síntoma de este síndrome. Por este motivo, es crucial que conozcas cuáles son los síntomas más comunes para hacerles frente y cuidar de tu salud mental.
El síntoma más frecuente es el denominado llamada o alerta fantasma. Es reconocible cuando el individuo cree oír sonidos que en realidad no son reales. Piensa que estos sonidos son notificaciones de su smartphone e, inconscientemente, vuelve a consultar su móvil es busca de un like o un mensaje. Produce un refuerzo negativo, puesto que la notificación no se ha producido, lo que enturbia su estado de ánimo.
Por otro lado, también se identifica con el FOMO la ansiedad derivada de no contestar un mensaje de forma inmediata. Nada más salta una notificación al móvil, no se puede evitar entrar en la aplicación.
Otro síntoma que se identifica con este síndrome es el uso excesivo de las redes sociales. No es precisamente beneficioso pasar muchas horas al día en Facebook, Instagram o Twitter. Y no solo es perjudicial cuando actuamos como usuarios, también publicar contenido de forma obsesiva puede producir graves trastornos.
Sin embargo, no hay nada malo en utilizar las redes sociales. El problema se manifiesta cuando se pierde el control de las acciones y del tiempo. Seguro que conoces a alguien que no es capaz de disfrutar de una cena con los amigos por estar pendiente constantemente del móvil.
Por lo tanto, es vital identificar si se trata de un comportamiento puntual o una constante a lo largo del día. No es lo mismo ocupar un hueco libre con el móvil que ser una persona dependiente.
Evitar el FOMO
El síndrome FOMO puede desencadenar problemas de salud mental relacionados con la ansiedad y la depresión. Además, lo más frecuente es que esta conducta obsesiva rebaje la autoestima.
Evitar las redes o dejar de usar el móvil puede ser una forma de encarar trastorno, pero no soluciona el problema. Por suerte o por desgracia, hoy el smartphone, es una herramienta básica en nuestras vidas y no es fácil prescindir de él.
Una solución eficaz es cambiar de hábitos y adecuar tanto el modo como el tiempo en el que se accede a internet. En este sentido, lo más recomendable es consultar las redes sociales de forma comedida y racional. Además, es crucial mejorar la autoestima y decidir en qué se focalizan los esfuerzos diarios.
Como has podido comprobar, el síndrome FOMO aparece cuando hay una dependencia de Internet y de las redes sociales. Aunque no haya nada interesante o novedoso, sentimos la irrefrenable necesidad de consultar qué es lo que está pasando dentro. Pero para evitar problemas mayores, lo mejor es controlar el uso de las redes sociales y de otras aplicaciones digitales.