El Triple Balance: cuando las empresas piensan en mucho más que en el beneficio económico
Hasta ahora las empresas habían medido el impacto de su actividad poniendo el foco únicamente en los resultados económicos: ventas, gastos, beneficio, etc. Debido a una mayor sensibilización y a una visión más holística de la empresa, algunas compañías empiezan a evaluar sus actividades siguiendo una metodología que tiene en cuenta, además de los aspectos económicos, su impacto social y medioambiental. Esa metodología se llama Triple Balance.
Las empresas son un agente esencial para el funcionamiento de la economía. Su actividad afecta decisivamente a su entorno, creando riqueza y bienestar en las comunidades donde operan. Pero, por desgracia, aunque pueda parecerlo, no siempre es así. Demasiadas empresas se rigen por estrategias cortoplacistas e irresponsables que se centran en maximizar el beneficio con el único objetivo de engrosar lo antes posible las cuentas bancarias de sus accionistas y directivos, sin importarles los efectos perniciosos que puedan tener sus actividades sobre el bienestar de las personas o sobre la salud del planeta.
En las últimas décadas, un grupo cada vez más numeroso de empresarios y directivos han empezado a ser conscientes de su responsabilidad y están implementando en sus organizaciones un nuevo modelo de gestión que tiene en cuenta tres dimensiones de la empresa: la económica, la social y la medioambiental. A esa metodología se la conoce ya como Triple Balance o Triple Cuenta de Resultados, y en inglés suele denominarse “Triple Bottom Line”, “TBL» o “3BL”, y también se asocia con la expresión “People. Profit. Planet”.
¿Qué es una empresa Triple Balance?
En términos generales, una empresa con un Triple Balance es una organización que presenta un resultado económico, pero que también mide la huella ecológica de sus actividades y el impacto social de sus acciones de responsabilidad social. Desde esa triple perspectiva, estas empresas consiguen ser económicamente responsables, ecológicamente respetuosas y socialmente comprometidas.
Según Laurent Ogel, CDO en Praxxis, una compañía que asesora a las empresas para que avancen hacia modelos de gestión de Triple Balance, “atrevernos a medir lo económico, lo social y lo ecológico nos sitúa de forma responsable ante el resto de la comunidad y ante las generaciones venideras, y nos conecta directamente con nuestro archivo profundo. Crear hitos de medición en lo ecológico y en lo social tan precisos como los que existen en lo económico, es un camino que está aún por transitar. Para recorrerlo hace falta crear empresas que en su ADN original acepten esta triple tensión y la vivan como la gran oportunidad que es”.
Las empresas que están implantando este nuevo modelo de gestión pertenecen en su mayoría a nuevos movimientos como la economía social, la economía colaborativa, la economía del bien común, la economía circular, la economía verde o la economía azul, aunque esto no significa que las empresas que operan en sectores tradicionales no puedan implementar el Triple Balance como modelo de gestión.
Empresas Triple Balance: el valor de ser diferentes
En muchas ocasiones los directivos al frente de empresas Triple Balance suelen sentirse incomprendidos, porque su visión a veces es vista con reticencias por familiares, amigos y compañeros y deben lidiar, no sólo con las dificultades propias de la gestión de una compañía, sino también con la incomprensión de su entorno. Suelen ser percibidos como unos románticos que luchan inútilmente contra un sistema que acabará devorándoles. Por suerte son cada vez más los empresarios y directivos que trabajan cada día con ánimo de cambio y que quieren poner en marcha una nueva economía, más social y más colaborativa. Incluso ya existe en España una asociación llamada Sannas que agrupa a más de ochenta empresas que están implementando este modelo de gestión. Según Sannas, la asociación de empresas por el Triple Balance, “las empresas Triple Balance son empresas con sentido, que quieren ser prósperas, con un balance económico sano, y que quieren contribuir a la construcción de una sociedad mejor, igualitaria y sostenible”. Las empresas asociadas a Sannas pertenecen a una gran variedad de sectores: Formación y Consultoría, Carpintería exterior, Jardinería, Cosmética, Coworking, Audiovisual, Moda, Arquitectura, Publicaciones, Energía, Comunicación, Cultura, Diseño, Turismo, etc.
Las empresas Triple Balance asumen su responsabilidad como generadoras de bienestar para las personas y el planeta, y se reconocen así mismas como protagonistas de un cambio que mejorará el mundo en el que vivimos. Además las empresas tienen una función social reconocida por el ordenamiento jurídico. Según la Constitución Española, la libertad de empresa no debe estar por encima de los derechos de sus trabajadores, la normativa medioambiental o las obligaciones fiscales. Las empresas no son sólo una herramienta esencial para la generación de riqueza, también deben ser un instrumento necesario para la vertebración social y para la redistribución de la riqueza generada.