Viktor Frankl: el sentido de la vida es…

Viktor Frankl (1905 – 1997) fue un psiquiatra, neurólogo y filósofo austriaco que sobrevivió a varios campos de concentración nazis, entre ellos Auschwitz y Dachau. Su estremecedora experiencia le llevó a escribir el libro El hombre en busca de sentido, que se ha traducido a 26 idiomas y del que se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Según la Librería del Congreso de Washington El hombre en busca de sentido es uno de los diez libros que más ha influido a los lectores de Estados Unidos. ¿Pero qué atesora para haberse convertido en el libro de cabecera de millones de personas?

 

 

El hombre en busca de sentido: una obra de referencia para millones de personas

El hombre en busca de sentido es sobre todo un alegato a favor de la dignidad del ser humano. El sentido de la vida según Viktor Frankl reside en encontrar un propósito. Si tenemos un “por qué”, siempre encontraremos un “cómo”. Si nos sentimos libres y motivados, siempre podremos generar todos los cambios necesarios para crear una realidad mucho más noble.
Viktor Frankl es uno de los referentes más relevantes de la psicología del siglo XX. Una de sus principales contribuciones es la Logoterapia, también conocida como la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia.

 

Viktor Frankl. De Prof. Dr. Franz Vesely, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15153593

 

Después de estudiar medicina y especializarse en neurología y psiquiatría, Viktor Frankl trabajó en diversos hospitales de Viena. En 1942, debido a su origen judío, los nazis le deportan junto a su mujer, sus padres y su hermano al campo de concentración de Theresienstadt, cercano a Praga. Durante los tres años siguientes, Viktor Frankl experimentó una realidad estremecedora, siendo enviado a varios campos de concentración, entre ellos Auschwitz y Dachau. Ni su mujer ni su familia sobrevivieron. Lo que Viktor Frankl vivió durante aquellos años tuvo que ser espantoso. Pero pese al terror y el sufrimiento, Viktor Frankl salió adelante. ¿Cómo pudo, después de haber perdido a su familia y después de haber sido testigo de tanta destrucción, aceptar que la vida vida fuera digna de ser vivida?

 

Campo de concentración de Auschwitz

 

Viktor Frankl: la vida después del holocausto

La terrible experiencia vivida como prisionero en los campos de exterminio nazis fue precisamente lo que llevó a Viktor Frankl a confirmar sus teorías sobre el sentido de la vida. Al finalizar la II Guerra Mundial, Viktor Frankl empezó a impartir clases en la Universidad de Viena y también obtuvo la cátedra de Logoterapia en la Universidad de San Diego. Impartió conferencias en universidades de todo el mundo, 29 de ellas le nombraron doctor honoris causa y recibió numerosos premios internacionales.

Cuando los pacientes acudían a su consulta, presas del dolor o la tristeza, Viktor Frankl solía preguntarles: “¿Y usted por qué no se suicida?”. Los pacientes solían responder que lo único que les mantenía con vida eran sus hijos, su pareja o ciertos recuerdos. Estas hebras de vida eran la base sobre las que Viktor Frankl empezaba a construir un tejido emocional coherente y sólido que permitiera a esas personas encontrar el propósito de sus vidas. Esa es el objeto de la Logoterapia.

En su libro El hombre en busca de sentido, Victor Frankl subraya la capacidad del ser humano para superar las dificultades y para encontrar siempre el camino de la esperanza.

 

 

Logoterapia: una dimensión psicológica que busca el sentido de la vida

La logoterapia establece que la voluntad de sentido es la principal motivación del ser humano. La logoterapia plantea que la voluntad de sentido del paciente es crucial para su recuperación integral. Se trata de una corriente psicológica hasta entonces desconocida y que nunca habían abordado otros psiquiatras, psicoanalistas o psicólogos. Poner en el centro del ser humano su propósito en la vida cuestionaba muchas de las teorías anteriores e incomodaba a numerosos especialistas de la época. Sin embargo las teorías de Viktor Frankl estaban sobradamente probadas y estaban basadas en su propia experiencia durante su terrible paso por los campos de concentración.

 

 

Esta forma de abordar las enfermedades mentales desde una perspectiva existencialista influyó profundamente décadas más tarde en la Psicología Humanista, y en concreto en figuras de la talla de Abraham Maslow o Carl Rogers.

La logoterapia también tiene sus detractores. Su énfasis en lo subjetivo es un foco de críticas por parte de especialistas que cuestionan su carácter científico. Sin duda, para intentar comprender la logoterapia en toda su dimensión es indispensable conocer el contexto donde surgió, es decir, la experiencia personal de Viktor Frankl en los campos de concentración nazis.

La lectura de El hombre en busca de sentido es un bálsamo para el alma, una ventana hacia la esperanza y sobre todo, la historia de un hombre que supo encontrar razones para vivir en un escenario terrible y lleno de sufrimiento.