La avarinflación: la inflación de la codicia

Según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la subida de la inflación está causada en gran medida por la avaricia de las empresas. Para algunos economistas se trata de “ingenio”. Pero otros lo llaman simplemente “codicia”. ¿Quién tiene razón?

Avarinflación

¿Qué es la avarinflación?

La avarinflación es un nuevo término que ha sido acuñado por la OCDE. Es la versión en español de “greed-flation”, y ha sido traducido por la mayoría de los analistas de nuestro país como “avarinflación” o “inflación de la codicia”. Con este término, la OCDE pone nombre a una práctica realizada por algunas empresas que vincula sus beneficios con la subida de la inflación. Esta práctica está extendida en todos los países europeos, y según la OCDE, España es uno de los países en donde más se manifiesta.

La codicia es un sentimiento humano que ha existido desde siempre, pero en los últimos tiempos, y debido a diversas razones, ha ido en aumento, llegando a niveles insospechados. El consumismo desenfrenado, la desigualdad, la falta de empatía o la pérdida de valores pueden ser algunas de las razones de esta deriva. Este afán desmedido por acumular más y más riqueza afecta no solo a los individuos, sino también se traslada a las empresas.

Según la propia OCDE, la subida de precios del 8% que se registró en España en 2022 se debió en un 6% al aumento de beneficios de las empresas, mientras que apenas un 1,5% fue como consecuencia de las subidas salariales.

Avarinflación

¿Cómo se manifiesta la avarinflación?

La avarinflación o inflación de la codicia se manifiesta en diferentes ámbitos, desde el mundo empresarial hasta la política y la economía. En el mundo empresarial, vemos cómo muchas compañías priorizan los beneficios a corto plazo, a la sostenibilidad a largo plazo, adoptando prácticas poco éticas que perjudican a los trabajadores, el medio ambiente y los consumidores. Este afán desmedido por maximizar los beneficios ha llevado en los casos más extremos a escándalos financieros o a la explotación de recursos naturales sin considerar las consecuencias.

En la esfera política, la avarinflación se manifiesta sobre todo en los casos de corrupción, donde los algunos cargos públicos buscan enriquecerse personalmente en lugar de servir al conjunto de la sociedad. La falta de transparencia, la malversación de fondos y el tráfico de influencias son solo algunos ejemplos de cómo la codicia puede socavar las instituciones democráticas y perjudicar el progreso de una nación.

En el ámbito económico, la avarinflación se refleja en la especulación desmedida, la manipulación de precios y la creación de burbujas financieras. Estas prácticas no solo generan inestabilidad económica, sino que también aumentan las desigualdades sociales, ya que los más ricos se benefician de estas manipulaciones a costa de los ciudadanos más vulnerables.

Las consecuencias de la avarinflación o inflación de la codicia son vastas y muy perjudiciales. En primer lugar, se erosionan los valores éticos y morales en la sociedad, ya que el enriquecimiento a cualquier coste se convierte en la norma. Además, se fomenta una cultura de consumo excesivo y superficialidad, donde la acumulación de bienes materiales se convierte en el objetivo principal, dejando de lado aspectos más importantes como el bienestar emocional o las relaciones humanas.

Avarinflación

La avarinflación aumenta la brecha entre ricos y pobres

Además, la avarinflación contribuye a la polarización social, ya que amplía la brecha entre ricos y pobres. Los recursos y oportunidades se concentran en manos de unos pocos, mientras que la mayoría de la población lucha por satisfacer sus necesidades básicas. Esta situación socava la cohesión social y genera tensiones que pueden desembocar en conflictos y un descontento generalizado.

Para contrarrestar la avarinflación o inflación de la codicia, es necesario promover una cultura empresarial basada en valores más sólidos, como la responsabilidad social, la sostenibilidad y la equidad.

Las empresas deben adoptar prácticas más solidarias y largoplacistas, si no quieren convertirse en agentes nocivos para el futuro de la sociedad. La avarinflación es sin duda un reflejo de un comportamiento muy cuestionable al que debe ponerse freno.