Objetotecas: las bibliotecas de objetos

Hay situaciones en las que, por ejemplo, puedes necesitar una mesa para una cena especial o algunas herramientas para emprender una reforma en tu hogar. Sin embargo, no vale la pena que inviertas en estos utensilios que sólo utilizarás una vez. En este artículo queremos explicarte en qué consisten las objetotecas. Una idea innovadora que te sorprenderá. ¡Empezamos!

Objetotecas

El origen de las objetotecas

Por lo general, cuando quieres adquirir un objeto al que no le vas a dar mucho uso, optas por comprarlo de segunda mano. Sin embargo, las bibliotecas de objetos suponen un paso más en la denominada economía circular. Un tipo de producción en la que todo se acaba reutilizando y con la que se consigue reducir costes y aumentar la sostenibilidad.

También conocidas como objetotecas, son espacios que tienen un funcionamiento similar al de una biblioteca, pero en lugar de tratarse de libros, los que puedes tomar prestados son objetos de limpieza, bricolaje o deporte. Este concepto surgió en 2020 en el barrio de San Martí de Barcelona. La denominada Biblioteca de les Coses se convirtió en el punto de encuentro de diferentes personas para compartir utensilios de valor.

Esta forma evita que muchos objetos pierdan parte de su vida útil, abandonados en un trastero, llenándose de polvo y volviéndose obsoletos. Al cabo de poco tiempo, la idea de Eli Miralles fue exportada a otras partes de la Ciudad Condal, como Ciutat Vella o Ciutat Meridiana. Incluso, salió de Barcelona para popularizarse en Alt Penedés.

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La segunda mano, una realidad en España

En España se está consolidando la tendencia de comprar de segunda mano. Un estudio realizado por Wallapop avala que el 43 % de los consumidores españoles prefiere este tipo de compra a ir a las tiendas a adquirir un producto nuevo. Este paradigma se hizo patente con la llegada de la pandemia de la COVID-19.

A su vez, cada vez son más los usuarios que tienen en cuenta factores de sostenibilidad a la hora de elegir una marca y hacer su compra. La economía circular es un concepto cada vez más interiorizado y, por esta razón, el 55 % de los encuestados señala ser asiduos a las plataformas online de segunda mano. En otros sectores como, por ejemplo, la agricultura también están surgiendo ideas similares. Es el caso de las granjas verticales que logran reducir la generación de residuos.

En este contexto, no es de extrañar que en apenas dos años, el proyecto haya visto cómo 300 personas se han unido a él. Son numerosas las formas en las que es posible participar. Por ejemplo, tienes la oportunidad de alquilar objetos y herramientas durante una semana por el módico precio de entre 1 y 5 euros. Se llevan a cabo diferentes talleres en los que se enseñan trucos para ser sostenibles. Adicionalmente, podrás aprender a utilizar una máquina de coser o a reparar diversas herramientas para darles una mayor vida útil. El objetivo no es otro que ser sostenibles.

Un proyecto que sigue creciendo

Una vez demostrado que la idea de negocio es válida, Miralles se decide a dar el siguiente paso, que no es otro que obtener financiación. Con los recursos actuales, apenas se puede pagar el sueldo de una empleada de 15 horas a la semana y su mantenimiento. Por esta razón, está en conversaciones con diferentes instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona o la Agencia de Residuos. El objetivo es firmar un convenio a largo plazo que les provea de un presupuesto municipal para subsistir.

Algunos de los objetos más solicitados son la aspiradora, la máquina de coser y herramientas de bricolaje como el taladro o la sierra. El tiempo de préstamo suele ser una semana, y el perfil más común son mujeres de entre 40 y 60 años. La idea funciona, desde 2020 se han llevado a cabo casi 400 préstamos. Esto ha permitido ahorrar 1500 kg de residuos y casi 4000 kg de CO₂.

Objetotecas

Una idea innovadora en España, pero común en Europa

Aunque la biblioteca de objetos nos parezca innovador en España, esta idea ya existe desde hace tiempo en los países anglosajones y ha demostrado funcionar muy bien. En Galicia surgió algo similar bajo el nombre de Cousateca. Fue promovida por un grupo universitario, pese a que el proyecto apenas estuvo operativo entre 2 y 4 años.

Con el paso de los años, son cada vez más las organizaciones que luchan contra el paradigma del usar y tirar en la mayoría de los objetos. Esto genera residuos, y además, va en contra de la idea de la economía circular. Las altas temperaturas que se han vivido este verano en España no han hecho más que confirmar que se está acelerando el cambio climático.

En definitiva, apoyadas en el deseo de un mundo más sostenible y con el propósito de contribuir a frenar el cambio climático, las objetotecas parecen tener mucho futuro en nuestro país.